Qué ofrecemos

La fisioterapia pediátrica consiste en el tratamiento de cualquier afección durante la infancia, tanto aguda como crónica, que perturbe el desarrollo motor y, por tanto, limite el potencial para la independencia en la vida adulta. Trastorno de las habilidades motoras son una alteración significativa del desarrollo de la coordinación motora, que interfieren significativamente en el aprendizaje escolar o en las actividades de la vida diaria.

Sus manifestaciones suelen ser torpeza y retrasos en el desarrollo motor, en las tareas motoras. Nuestro centro esta dotado de personal, en material específico y aulas para esta actividad. Así la fisioterapia mejora las oportunidades de aprendizaje del niño y facilita el desarrollo funcional.

La Fisioterapia Respiratoria Infantil es un tratamiento eficaz para prevenir, estabilizar y mejorar las enfermedades del aparato respiratorio del niño.

La Fisioterapia Respiratoria Infantil consiste en una serie de técnicas y masajes que ayudan al drenaje de las secreciones, reduciendo el tiempo de los fármacos y minimizando el riesgo de complicaciones o ingresos en el hospital.
El cambio en los síntomas es visible: mejora la alimentación, el sueño y disminuye la tos. Mejora la calidad de vida del niño y de la familia.

CÓLICO DEL LACTANTE

La psicología infantil es una rama de la psicología que se dedica al estudio del niño y el proceso por el cual se convierte en adulto, la comunicación con otras personas, el desarrollo de su actividad en el seno de la escuela y la familia, el proceso psíquico, la formación de su personalidad y cualidades como la imaginación, percepción, atención, pensamiento, memoria, lenguaje, sentimientos y formas primarias de conducta. Sobre todo se centra en el desarrollo físico, perceptivo, cognitivo, motor y social. En los primeros años de vida es vital ofrecer las respuestas a las necesidades socioeducativas que se requieran, sean las que sean, para promocionar y desarrollar las capacidades físicas e intelectuales y las actitudes óptimas de cada persona. Los programas de atención temprana tienen fines preventivos, y de tratamiento interdisciplinares, para detectar precozmente e intervenir y conseguir el máximo desarrollo físico, mental y social.

Las sesiones terapéuticas aportan a los adolescentes un entorno agradable con intimidad y privacidad donde, de la mano de nuestra terapeuta, pueden expresar ese mundo interno de sentimientos, emociones, preocupaciones e ilusiones. La implicación de los padres es fundamental en el desarrollo del proceso terapéutico teniendo éstos un papel activo en el que participan mediante pautas de trabajo y apoyo a la terapia.

Cuando hablamos de adultos hay que tener en cuenta que Todo tratamiento psicológico es un intento de cambio en algún aspecto de la personalidad. El proceso terapéutico, la terapia, es el trayecto que recorremos con los pacientes en ese intento de cambio, al hablar de “proceso” estamos asumiendo que esos cambios requieren tiempo y son graduales. Nuestro cerebro almacena datos desde la infancia y lo hace, en un primer momento, sin seguir método alguno para clasificarlos u ordenarlos, hasta que, poco a poco, se van adquiriendo las normas de clasificación de dichos datos. Estos datos de información están presentes continuamente y nos sirven para entender el mundo que nos rodea y poder movernos en el de una forma adaptativa. Pero nadie nos enseña cómo utilizar y clasificar los datos, es decir cómo procesarlos correctamente para que no se produzcan desórdenes y conductas poco adecuadas o que generan sufrimiento. Muchas veces, por desconocimiento de su funcionamiento, el mal uso de estos datos deriva en trastornos mentales que pueden ser leves o intensos según los casos. Con la psicoterapia individual, podemos llegar a entender qué desorden se ha producido y corregirlo.

Trabajamos en el ámbito de la psicología escolar y pedagógica interviniendo en todos los procesos que afectan al aprendizaje, y teniendo en cuenta las implicaciones educativas que conllevan, mediante la coordinación con otros profesionales que intervienen en el proceso escolar. Para ello, ​participamos en la atención educativa al desarrollo desde las primeras etapas de la vida, para detectar y prevenir a efectos socio-educativos las discapacidades e inadaptaciones funcionales, psíquicas y sociales.

Nos movemos y actuamos en relaciones dentro de diferentes sistemas, siendo la familia el principal sistema al que pertenecemos, por lo que en él se va forjando nuestra personalidad, creencias, patrones y dinámicas que nos van a acompañar en la etapa adulta y en los demás sistemas a los que pertenecemos (laboral, escolar, social, etc.) mostrándose continuamente aquello que está sin resolver dentro de la familia de origen, por ser éste el principal sistema.

En la terapia familiar, se identifican aquellas reglas o comportamientos disfuncionales que mantienen el conflicto (límites, normas, duelos, celos entre hermanos, bajo rendimiento académico, bullying, etc.) y tomando conciencia de ellos, se pueden resolver.

La pareja es una de las relaciones más importantes que vivimos las personas. Muchas veces ocurre que la fuerza inicial se va perdiendo con las rutinas diarias y es entonces cuando surgen los conflictos. Si existen hijos, éstos también se ven afectados dependiendo de cómo lo sepan manejar los padres. Trabajar la comunicación entre los dos miembros de la pareja, la sexualidad, la confianza, el compromiso, son algunos de los objetivos que se establecen en terapia ya que es lo que más suele estar afectado.

Las adopciones son procesos muy duros que viven tanto los/as niños/as como las familias adoptivas o de acogida, por eso es muy importante que se sientan acompañados en este proceso. Muchos niños que han estado en contextos socialmente desfavorecidos pueden presentar problemas a nivel cognitivo, emocional y social. Por ello, realizar intervenciones coordinadas con todos los profesionales es básico para prevenir y favorecer el bienestar del niño y sus familias.

En lo que se refiere al ámbito familiar, hacemos intervenciones orientadas a trabajar toda la parte emocional de los/as niños/as (duelos, sentimientos de abandono, autoestima, vinculación, etc.) para que puedan adaptarse con éxito a cualquier circunstancia de la vida. Durante todo el proceso terapéutico, se incluyen a las familias adoptivas haciendo intervenciones educativas con ellos y se hace un trabajo individual con las familias de origen.

La Práctica Psicomotriz como una metodología que favorece que el niño experimente a través del movimiento, perciba su propio cuerpo y construya su propia identidad, facilitando el estímulo de los procesos que abren a la comunicación, la expresión, a la simbolización y a la descentración, factores todos ellos necesarios para acceder al pensamiento operacional. Se constituye como una práctica preventiva y educativa, uno de los medios fundamentales para ayudar al niño a vivir más armónicamente su itinerario madurativo.

Los niños a través de sus acciones corporales consiguen situarse en el mundo y adquieren intuitivamente los aprendizajes necesarios para desarrollarse en la escuela y en la vida, con los consiguientes efectos sobre la mejor capacitación para la adquisición de la escritura, la lectura, la comprensión, expresión y razonamiento oral-escrita y las matemáticas, indispensables hoy en día para el éxito académico. La psicomotricidad se puede realizar a nivel individual y grupal.

La Logopedia es una especialidad que se dedica al diagnóstico, prevención y tratamiento de alteraciones del habla y del lenguaje. Conjuntamente se trabajan problemas de alimentación y deglución. La logopedia se centra en la reeducación de los trastornos innatos o adquiridos del lenguaje en niños o niñas, comprendiendo tanto los aspectos relativos tanto al lenguaje oral como escrito. El niño debe acudir al logopeda cuando:

• Cuando presente dificultades en la comprensión de textos y enunciados de problemas.
• Cuando padezca alteraciones físicas, como algún problema en la boca que no le permita articular correctamente los sonidos (paladar alto, lengua muy corta…), parálisis cerebral, espina bífida…
• Cuando se coma sonidos o, agregue otros.
• Cuando no discrimine sonidos.
• Cuando no logre seguir consignas lingüísticas simples.
• Cuando muestre dificultades al pronunciar algún sonido.
• Cuando muestre lentitud en el pensamiento y cálculo mental.
• Cuando presente retraso general en el desarrollo y el lenguaje.
• Cuando tenga problemas a la hora de escribir o leer correctamente.
• Cuando no se le comprenda cuando habla.
• Cuando respire con la boca abierta.
• Cuando tenga alteraciones sensoriales, por ejemplo, que no oiga bien.
• Cuando se encuentre afónico con frecuencia.
• Cuando presente cambios de voz muy drásticos.
• Cuando presente problemas de disfagia
• Cuando presente problemas en la alimentación
• Cuando tenga problemas a nivel miofuncional

La Terapia Ocupacional participa en el correcto desarrollo infantil siguiendo varias vertientes: Abordaje de integración sensorial (Un déficit del procesamiento sensorial puede ser la causa de problemas de aprendizaje, conducta y coordinación motora. Esto repercute en sus actividades de juego, relación, comunicación…

Desde este abordaje se modulan los estímulos recibidos para lograr dar una respuesta adaptativa y conseguir una mejor interacción con el entorno); Entrenamiento de actividades diarias, donde el T.O. es el encargado de entrenar las actividades de la vida diaria de los niños, a medida que van alcanzando los hitos evolutivos: atarse los botones, anudar los cordones, vestirse, lavarse los dientes solos…; y potenciar la correcta coordinación y manipulación (Trabaja ejercicios de motricidad fina y gruesa para favorecer la correcta manipulación de objetos y una buena coordinación bimanual, que afecta al juego y a la escritura

Para manejarnos e interactuar con nuestro entorno y con nosotros mismos, las personas recibimos información interna y externa a través de los sentidos. Esta información, pasa a nuestro sistema nervioso para ser procesada, analizada e interpretada, y es utilizada para poder actuar de forma correcta y dar una respuesta efectiva que se traduce en nuestras conductas. A todo lo anterior se conoce como “procesamiento sensorial”, siendo la integración sensorial parte del mismo, y lo que da nombre al abordaje de tratamiento dentro de la terapia ocupacional.

Cuando este procesamiento va bien, somos capaces de funcionar de forma efectiva con nosotros mismos y en nuestro entorno. Sin embargo, cuando falla, la información que recibe la persona, en este caso los niños, es errónea, y por tanto no disponen de los datos suficientes para interactuar de forma adecuada.

Todo ello se traduce en desórdenes presentes en los comportamientos del niño, y pueden ir de un extremo a otro, y fluctuar dentro de los mismos, observándose algunos signos como son: malos comportamientos, poca coordinación global y bilateral, poca conciencia corporal y postural, continuo movimiento para recolocarse, falta de atención en clase, inquietud y búsqueda de muchos estímulos (trepar, saltar, dar vueltas…), o por el contrario, aversión al ser tocados, presencia de miedo al movimiento, a los sonidos fuertes, etc.

Aparecen por tanto dificultades en todas las áreas de desempeño del niño: en clase, problemas de aprendizaje, impedimentos para hacer actividades bimanuales como cortar con tijeras, presentan una mala ejecución de las tareas como dibujar los números, pintar con las manos y otras actividades escolares; en la vida diaria, teniendo dificultades en acciones como el vestido o la alimentación, así como en las relaciones sociales, tanto familiares como con iguales.